La exorbitante cláusula de rescisión que Barcelona le puso a su nueva joya argentina

Continúa el gran éxodo de joyas que abandonan el fútbol argentino para desarrollar su carrera en el exterior y uno de los casos más resonantes es el de Lucas Román, que este miércoles fue presentado como nuevo jugador del Barcelona. El Pocho, de apenas 18 años y con un puñado de partidos en la primera de Ferro, fue comprado por el club Culé y firmó contrato hasta 2026, aunque en un principio jugará para el filial Barcelona B.

"Lucas Román, o Pocho Román, como le conocen en Argentina, destaca por su polivalencia en las posiciones de ataque. Es zurdo y puede jugar tanto delantero centro, de extremo derecho o de media punta", lo describe el Barça. A su vez, el joven atacante se despidió de Ferro con una emotivas palabras en Instagram: "Muchas gracias por estos 10 años que pase en el club. Gracias a toda la gente del club por el cariño hacia mi todo este tiempo".

El juvenil será dirigido en el Filial B por el histórico defensor mexicano Rafa Márquez y jugará en la tercera división del fútbol español, a la espera de ir creciendo para tener chances en el primer equipo en un futuro, hoy comandando por Xavi y reciente campeón de la Supercopa de España.

Pero lo que llamó mucho la atención, además de la contratación con la corta edad y con pocos partidos con la camiseta de Ferro, es la cláusula de rescisión que figura en el contrato firmado por el juvenil. La cifra elegida por el conjunto culé es de 400 millones de euros, muy por encima de varios jugadores argentinos en otros equipos, por ejemplo Enzo Fernández en Benfica, que es de 120. Esta es una práctica habitual en el equipo español para blindar a sus jóvenes: Pedri, Gavi y Ansu Fati tienen cláusulas de 1000 millones de euros. La inversión por el argentino fue de 3.5 millons de euros, contando premios a futuro. 
 

• Barcelona