Franco Colapinto se plantó con su ingeniero por el GP de Monza: "Muy mal"
Durante la carrera en el Gran Premio de Monza, Franco Colapinto tuvo un particular cruce con el ingeniero de Alpine, Stuart Barlow.
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Franco Colapinto volvió a tener una carrera para el olvido en el Gran Premio de Monza y debió conformarse con el puesto 17. Motivo por el cual no ocultó toda su bronca dentro de su auto Alpine y terminó plantándose sin vueltas con uno de sus ingenieros. ¿Qué le dijo el piloto argentino?
Su auto de Alpine sigue sin responderle a Franco Colapinto y la carrera de Monza le dejó un nuevo trago amargo con el puesto 17. Pero más allá de esto, uno de sus ingenieros intentó animarlo en medio del Gran Premio. Fue el inglés Stuart Barlow quien le dio ánimos al argentino de 22 años mediante la radio, aunque no recibió la respuesta esperada.
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¿Qué pasó?
“Fue una tarde muy, muy difícil. Sabíamos que iba a ser duro. Bien hecho por perseverar. Bien hecho esta semana por ingresar luego de perderte la prueba libre uno", le dijo primero Barlow. Pero no se quedó ahí y redobló la apuesta: “El ritmo parece haber mejorado de nuevo con los neumáticos medios. Creo que nos recuperamos bien y continuamos con la buena progresión que hemos demostrado desde Budapest”.
Lo cierto es que Colapinto no se tomó para nada bien estas palabras y contestó de forma cortante, mientras que agregó el motivo de su malestar. “Esa fue una mala entrada en boxes. El neumático duro fue mucho mejor. Simplemente no tengo agarre. La parte trasera frena muy mal, estoy en curva todo el tiempo", tiró el pilarense visiblemente contrariado. Y esta reacción generó gran repercusión.
El mal momento que vivió Colapinto en Monza
Una vez terminada su participación, el piloto argentino atendió a la prensa y admitió que fue "una carrera muy larga y muy dura" para Alpine. "Muy solo toda la carrera y sin ritmo", agregó Colapinto, que poco después se vio forzado a interrumpir la conferencia.
Es que, según lo captaron las cámaras, el pilarense bajó la cabeza y se fue hacia un costado, dejando en evidencia su cansancio. Una vez ya sentado, tomó agua y se secó con una toalla, siempre acompañado por Sam Mallinson, jefe de prensa de Alpine.
"Franco no se desvaneció. Estaba muy cansado, dejó de hablar y tuvo que parar. Pero fue un momento y luego volvió a hablar", explicó poco después el periodista español Jorge Peiró en diálogo con Infobae, enviando cierta tranquilidad a los fanáticos.
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